Escribir en Rolly Keyboard es muy fácil, ya que sus teclas de 17 milímetros son casi iguales que las de 18 milímetros que se encuentran en la mayoría de los teclados de escritorio.
Para resistir impactos, está hecho de policarbonato y plástico negro ABS, por lo que escribir en el teclado es más agradable que en los teclados flexibles de silicona. Además, dos brazos robustos se despliegan para sujetar los ‘smartphones’ y las tabletas en posición vertical.
Simplemente con desplegar el Rolly Keyboard permite una fácil conexión a dos dispositivos diferentes al mismo tiempo, a través de Bluetooth 3.0 con la capacidad de alternar entre los dos con una simple pulsación de una tecla. Cuenta con una única batería AAA para unos tres meses de media de uso.